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En el cuartel de Las Salesas se irían reuniendo
  los milicianos de la CNT. En cuatro días pasaron unos 1.500 hombres y varias
  docenas de mujeres. Se la conocía en estos días como La Columna de los Grupos
  de Defensa. Los grupos del puerto fueron a la plaza de toros, para ir
  encuadrarse para ir a Teruel. Pero no había armas suficientes, lo que
  ocasionó la restricción de nuevos voluntarios, que provocó problemas. No
  había cañones ni ametralladoras, solamente fusiles y escopetas. 
La primera columna que se lanzó sobre Teruel, es
  la mencionada Casas Sala. Estaba dirigida por el coronel de carabineros
  Fernández Bujanda, el capitán Luis Sierra y el teniente Joaquín Oset Merlo.
  Estaba nominalmente al mando el diputado socialista de Castellón, Francisco
  Casas Sala. La integraban unos mil milicianos, sobre todo socialistas,
  algunos carabineros y más de 400 guardias civiles. Partieron de Sagunto por
  la carretera hacia Teruel. Se desoyeron los consejos del Comité Ejecutivo
  Popular y la columna partió con una proporción milicianos/guardias de 2 a 1,
  cuando lo recomendado era 4 a 1. El 30 de julio llegan a La Puebla de
  Valverde y por la noche los guardias civiles se hacen con el control
  asesinando a 40 milicianos y llevándose como rehenes a otros tantos y a los
  líderes de la columna. Fueron estos guardias los que formarían el grueso de
  los rebeldes en Teruel hasta que recibieron refuerzos en septiembre. Con este
  fracaso la Junta Delegada del Gobierno había quedado totalmente desacreditada
  ante los valencianos. 
Desde la carretera de Madrid a Zaragoza, las
  fuerzas del cenetista Cipriano Mera intentaron aproximarse a Teruel el día 28
  de julio. Sin embargo, en Orihuela del Tremedal se enzarzaron en un combate
  que duró bastantes horas y que les obligó a replegarse. Otro intento
  diferente de tomar Teruel vino de Tarragona desde donde salió la pequeña
  columna Peñalver, 600 soldados regulares.  por la zona Muniesa-Moyuela. El 3 de agosto fue detenida
  por el comandante Aguado que salió de Teruel con algunos guardias. Estas dos
  columnas posteriormente formarían el enlace entre el frente de Teruel y los
  frentes de Madrid, la primera, y de Aragón, la segunda. 
Entretanto corrieron rumores de que en Sagunto
  había armas, y hacía allí fueron unos 150 milicianos con Rafael Martí (alias
  Pancho Villa) a la cabeza (había venido con un grupo de Alcoy) el día 7 de
  agosto. Amenazaron con asaltar el cuartel de la guardia civil y recibieron
  algunos fusiles. Salieron ese mismo día hacia Teruel. Poco tiempo después un
  centenar de anarquistas de Sagunto les seguiría. Eran metalúrgicos y
  portuarios y entre ellos estaban Rufino Rodríguez, Dimas Ordóñez, Jorge
  Valero e Hipólito Delgado. Llegaron hasta Sarrión el día 8 de agosto. Allí se
  fueron juntando desorganizadamente diferentes grupos hasta alcanzar 400
  milicianos. El 9 de agosto tendrían el primer combate en Mora de Rubielos, a
  unos 25-30 kilómetros de Teruel. 
A la vez saldría de Valencia una columna de unos
  500-600 milicianos dirigidos por el grupo Nosotros (José Pellicer) y algunos
  militares. Llegaron a Barracas por tren y a Sarrión en autobuses. Hacia el 12
  de agosto la columna ya estaba desplegada, y fue cuando tuvo su primer
  combate. Se cree que el nombre de Columna de Hierro surgió en una de las
  reuniones de los distintos grupos en Sarrión, refiriéndose a metalúrgicos del
  Puerto de Sagunto. En aquel tiempo el puerto quería constituir un municipio
  propio independiente de Sagunto, llamado Puerto de Hierro. Como gustó el
  nombre enseguida fue adoptado por todos. En los consiguientes combates del
  mes de agosto la columna llegó hasta el Puerto Escandón, habiendo tomado La
  Puebla de Valverde. 
Siguiendo a esta columna, el CEP nombra al
  teniente de artillería José Benedito como encargado de formar una columna que
  iría hacia Teruel. En esos momentos la Columna de Hierro aún seguía siendo un
  conjunto poco organizado de unidades y no constituían una columna sólida.
  Partió el 18 de agosto desde Castellón. Como delegado político iría el
  sindicalista Domingo Torres, de la facción treintista de la CNT. Sería
  conocida como primera valenciana o más común, columna Torres-Benedito. Avanzó
  desde Mora de Rubielos hasta Corbalán, el 22 de agosto. Estaban a 19 km. de
  Teruel. Estaba dividida en Divisiones (batallones). No era una columna
  enteramente de la CNT puesto que había un batallón socialista (División
  Pitarch, luego Lenin). Otras divisiones fueron la Malatesta, la Francisco
  Arín, la Gandía, la Castellón... 
Para completar el panorama, hacia el 20 de agosto
  es organizada una nueva columna, al mando del diputado comunista José Antonio
  Uribes, asesorada por el comandante Pérez Martínez. Avanzó por el Turia y se
  apoderó el día 21 de agosto de Villel, a 16 km al sur de Teruel. 
Hacia principios de octubre el Frente de Teruel
  estaba compuesto de esta manera: 
Columna Peire. Comandada por el teniente coronel
  Primitivo Peire, que se sitúa en Alfambra y lleva unos 700 hombres, una
  batería y 8 ametralladoras. 
Columna de Hierro. Situada al sudeste de
  Castralbo. Fuerzas regulares, 600 hombres; milicianos 1.600. Total 2.200, una
  batería, dos ametralladoras, cinco morteros de 81, dos de 50 y dos blindados. 
Columna Torres-Benedito. Comandada por el coronel
  Velasco Echave. Desplegada desde Muletón hasta Valdecebro. Fuerzas regulares,
  800 hombres; milicianos, 1.800. Total, 2.600. Una batería, 16 ametralladoras,
  dos morteros de 81, dos del 50, tres blindados. 
Columna Eixea-Uribes. Desplegada en la línea
  Cubla-Villel-Bezas. Fuerzas regulares, 800 hombres; milicianos, 2.500; total,
  3.050. Una batería, dos ametralladoras, cinco morteros de 81, dos de 50 y
  tres blindados. 
En frente, en el bando nacional, había más de
  4.000 defensores al mando del general Ponte como jefe de división y del
  coronel Muñoz Castellanos como comandante militar. Además había otra columna
  móvil formada por unos 1.835 hombres al mando del teniente coronel Galera.
  Tenían dos secciones de baterías de 75 y otras dos de 105. 
Según el Ministerio de guerra había el 5 de
  septiembre unos 5.500 hombres, siendo unos 3.600 milicianos, y el resto
  soldados y guardias. Sin embargo, los milicianos muchas veces no se
  inscribían en las listas del ministerio, especialmente los anarquistas, por
  lo que la cuenta probablemente sea superior. La cifra de 8.550 hombres en el
  frente de Teruel organizados en 4 columnas se corresponde al recuento del 15
  de octubre. Para el 25 del mismo mes se reconocen 10.430, entre ellos 6.837
  milicianos. 
La columna Peire no salió hacia el frente hasta
  finales de septiembre y principios de octubre. Se componía de 700 soldados
  aunque se le añadieron bastantes milicianos del POUM, de Esquerra Republicana
  y comunistas. Fue una columna políticamente próxima al POUM, y sus milicianos
  también llevaron a cabo colectivizaciones en los pueblos en los que se
  instalaron. A finales de año, la columna tenía unos 2.000 efectivos, más otros
  1.100 voluntarios instalados en Xèrica. Más tarde el mando se le entregaría
  al comandante Serrano, siendo conocida luego como Columna Serrano, que daría
  pie al control de la columna por parte de los comunistas. 
La columna Eixea-Uribes también se completa
  definitivamente en octubre. Estaría organizada ya en septiembre en
  batallones: el Juan Marco, con 468 milicianos; el Uribes (que fueron las
  milicias que salieron en agosto), con 515; el Germanía, con 554; el Pablo
  Iglesias, con 383; y el Valencia, con 718. Estaría formada con militantes de
  la UGT, comunistas y socialistas, pero pronto estaría bajo la influencia de
  los comunistas. El Juan Marco participaría en la batalla de Málaga. 
Las columnas milicianas de la CNT 
Como hemos visto el CEP estaba al mando de la
  guerra en Valencia, y poco a poco, en todo el Levante. Comenzó organizando la
  columna Torres-Benedito, la de Uribarri y la Uribes. La Columna de Hierro, no
  obstante, se había organizado al margen del CEP. En septiembre la situación
  se había aclarado bastante, y el frente que preocupaba era únicamente el de
  Teruel. Por ello se da la creación de la columna Peire y el refuerzo de la
  Uribes, que se conocerá a partir de entonces como la columna Eixea-Uribes. 
Mientras que las columnas existentes en Teruel
  quedan inmóviles por falta de munición, se van formando nuevas unidades. La
  Torres-Benedito ataca Teruel por el norte, logrando tomar Tortajada y el
  Muletón. En el espacio que deja libre se colocará la Columna CNT nº 13. Esta
  unidad había sido organizada en Valencia por el cenetista Santiago Tronchoni
  en septiembre. Tronchoni había estado en la Columna de Hierro, pero había
  sido herido en el frente. Estando convaleciente organizó esta columna, que
  contaría en principio con 900 milicianos. A finales de noviembre esta unidad
  ya tendría 1.200. 
En octubre se formaría una nueva columna
  anarquista, la Columna Iberia, formada en la retaguardia por militantes de
  las Juventudes Libertarias y de la FAI. Formaban su Comité de Guerra (el
  Estado Mayor en las columnas anarquistas), Modesto Mameli, José Padilla,
  Miguel Blasco, y Segarreta. Eran todos de la FAI y habían sido expulsados de
  la Columna de Hierro por diferentes motivos. Solicitarían ir a Madrid, que en
  aquellos momentos estaba siendo atacada, pero no se les autorizó. Quedó
  formada por unos 1000 milicianos y otros 700 que estaban en sus domicilios a
  la espera de ser llamados. 
Pero de Madrid llegó en octubre al frente de
  Teruel la Columna del Rosal. La integran 8 centurias de la columna Tierra y
  Libertad, el batallón Mora con 650 hombres, el batallón Juvenil Libertario
  con otros 650, el batallón Orobón Fernández con 600, y el batallón Ferrer con
  otros tantos. En total 3.200 combatientes. Estaba comandado por el teniente
  coronel Del Rosal y con Cipriano Mera de delegado de milicias, el jefe del
  Estado mayor era el cenetista Antonio Verardini. La columna participó en
  acciones en la sierra de Albarracín, aunque sin poder tomar Teruel. Pasará
  todo el mes de octubre en este frente. Una parte de la columna (1.000
  hombres) volverá a Madrid cuando ésta es cercada por las tropas nacionales.
  El resto seguirá en Teruel. 
Otra unidad surgida a raíz de la Columna de
  Hierro fue la llamada División Malatesta. El término División en las columnas
  de Levante, equivalía a batallón. Se componía de 5 centurias. El origen de
  esta escisión fue que la División de Hierro, dentro de la Columna de Hierro,
  comenzó a chocar políticamente con la dirección de la columna (los hermanos
  Pellicer). Se hizo eco de los bulos que corrían sobre la columna en la
  retaguardia, en la que cualquier fechoría era endosada a la Columna. La
  División Malatesta pasaría a la columna Torres-Benedito. 
La Columna Temple y Rebeldía, fue otra columna de
  la CNT, formada a mediados de diciembre por campesinos de los pueblos
  valencianos. Fue llamada así por una pieza teatral escrita por Ernesto Ordaz
  en honor a la FAI. Se ubicaban en el cuartel de la Guardia Civil de Burjasot.
  Tenía alrededor de mil alistados pero nunca pudo entrar en combate hasta que
  fue militarizada. 
El batallón Jaime Cubedo estaba formado a partir
  de voluntarios pertenecientes al Partido Sindicalista, afiliados a la CNT.
  Fue asignado a la Torres-Benedito. En Asturias hubo otro batallón
  sindicalista llamado Cubedo. Jaime Cubedo fue diputado por Zaragoza del
  Partido Sindicalista. 
La última unidad de la CNT fue la llamada Columna
  Confederal nº2. También se la conoció como Primera Columna Confederal, y
  sustituyó en el frente a la Columna de Hierro en marzo de 1937, cuando ésta
  bajó a la retaguardia a descansar. Su armamento fue el que dejaba la columna
  de Hierro. Se militarizaría en el mismo frente el 1 de abril. 
En tanto a las demás fuerzas políticas en Teruel
  se añadieron a las milicias la llamada Columna Chola, que fue creada por la
  Delegación de Milicias del CEP en noviembre de 1936, a instancias de la
  División Valenciana (salida de la columna comunista Eixea-Uribes) y de un
  militar profesional que había perdido a una hija (enfermera en Sigüenza) a
  manos de las tropas franquistas, y que quería rendirle homenaje promoviendo
  una columna con su nombre familiar. Apenas intervino en acciones militares
  como columna autónoma, porque a finales de diciembre el Gobierno Republicano
  prácticamente controlaba ya la dirección militar de este frente, y estaba
  decidido a su militarización. 
Otras unidades que llegaron al frente fueron la
  22ª Brigada Mixta, del comunista Francisco Galán y la XIII Brigada
  Internacional. En esta brigada internacional, el trato dado a sus tropas por
  parte de su comandante, y su empleo como carne de cañón en las batallas,
  provocó que en diciembre, lo que quedaba del batallón Louise Michel
  (compuesto de franceses y belgas) se uniera a la Columna de Hierro. Formarían
  la centuria Internacional. Los jefes de la brigada internacional
  considerarían a estos como desertores, como si se hubieran pasado al enemigo. 
En diciembre habría ya alrededor de 20.000
  combatientes en el frente de Teruel, siendo cercanos al 55% los que
  pertenecían a la CNT. | 
La creación del Frente de Teruel
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